Por Juan José Cartas Antonio
¿Qué pasa con la autoridad en tiempos de pandemia? ¿Qué motivo les mueve para propiciar situaciones adversas en momentos que se recomienda «quedarse en casa»?
Lamentablemente lo vimos, nadie me lo contó, para enterarnos de lo que sucedía en el centro de Tehuantepec, el día domingo 28 del mes en curso.
La fila la formaron varias decenas de personas adultas en espera de ser atendidas, para recibir el apoyo que la autoridad programó para entregar en domingo.
Formados al costado poniente y al frente de las oficinas de Correos de México, en el centro de la ciudad de Tehuantepec, la esperanza de los adultos se cifraba en el apoyo que pronto tendrían en sus manos.
En esta situación nos preguntamos, ¿de quién o quiénes son los culpables de esta triste verdad? La autoridad que citó a los adultos? ¿la familia de las personas que hacían fila? ¿o el atrevimiento de los beneficiados que nunca pensaron en su salud?
Y es que si nos dicen «quédate en casa» y se propicia este riesgo con la presencia de adultos mayores, que son los humanos con mayor peligro de contraer fácilmente el covid19, es de esperar, que lejos de que ésta pesadilla termine, pronto veremos llegar lo inevitable.
Quizás las decenas de personas portaban cubrebocas, pero se rompió la sana distancia de metro y medio entre las personas que ahí se encontraban.
Pero acaso, por la edad de las personas, las enfermedades que pudiesen tener y su morilidad, no era mejor que se quedaran en casa?
Un apoyo, aunque necesario en este tiempo, no puede tener el VALOR DE LA VIDA.