Por Juan José Cartas Antonio
Con la llegada de la temporada de ciclones tropicales en el Pacífico, la esperanza de evadir los daños de sequía en la región enciende las luces verdes, para que los mantos acuíferos se fortalezcan y los posibles deterioros en la naturaleza sean menores.
Son muchos los beneficios que generán las lluvias para la sociedad, pero lamentablemente existen zonas en las se presentan daños, que obstruyen el desarrollo de los trabajos con los que se pretenden dar fin a las afectaciones que dañan a un núcleo de familias, que viven una severa contaminación por la fuga de aguas residuales de la línea general del drenaje construido, hace varias décadas, en el curso del arroyo Basaguya.
La obra de esta línea general del drenaje se construyó y puso en funcionamiento, durante el trienio del Ingeniero Venustiano Gutiérrez Reyna, atendiendo la necesidad de cientos de hogares de diferentes barrios y colonias de la ciudad.
El paso del tiempo provocó daños severos en algunos tramos de la obra, lo que propició la fuga del pestilente líquido, un arroyo de aguas negras y un incontrolable foco de infección, que llenó los hogares vecinales de olor hediondo, motivo de infección intestinal, y de moscos causantes de dengue y paludismo.
Para corroborar lo que ahora escribimos, basta con hacer un recorrido por el puente Basaguya, ubicado en la avenida Dr. Samuel Villalobos, en el barrio de Santa Cruz Tagolaba, para constatar no solo el enorme charco de aguas negras y lama, sino también, respirar lo maloliente de la zona y lo triste del paisaje.
Este grave problema obligó a las autoridades a poner manos a la obra y dar fin al sufrimiento de las familias que tienen la desgracia de vivir por el rumbo. Así que, con maquinaria pesada y personal especializados se dio inicio, desde hace varias semanas, con los trabajos de atención y aniquilamiento del problema.
Los avances de la colocación de la nueva tubería han sido titánicos y prometedores, ante el reconocimiento de propios y extraños, solo que estos han sido interrumpidos por la llegada de la lluvia, que desde su primera caída inundó las fosas, a la altura del barrio Santa María, y obstruyó la colocación de varios tramos de tubos de inducción.
Qué determinación habrán tomados los responsables de la obra ante ésta situación? Todo es incierto y complicado, para la continuidad de los trabajos, toda vez que de seguir lloviendo en la ciudad, como bien sabemos, el crecimiento del arroyo es verdaderamente impresionante y peligroso.
Mientras deciden que acciones tomar, para el reinicio de la obra, el foco de infección se mantendrá activo y los vecinos aguantando, quizá, hasta el paso de la temporada de ciclones tropicales.
Sean felices, que no cuesta ni duele.