Por Juan José Cartas Antonio
Nada fácil tratar de escribir y más cuando al hacerlo la nota se viste de luto, porque de quien se habla ha sido parte de nuestras vidas y ha dejado la vida terrenal.
Han pasado más de cuatro décadas en que coincidimos en el maravilloso mundo de la música. En ese entonces haciendo el par de saxofones: Eugenio Valdivieso Marin y Gabriel Toledo, sax tenor y sax alto respectivamente; con los que el grupo musical Tropical San Juan, figuraba como fuerte exponente de la música tropical en la ciudad y puerto de Salina Cruz, Oaxaca.
Barrio nuevo, en casa de José Leon, vocalista del grupo sensación del momento, era el sitio en el que se llevaban a efecto los ensayos, para preparar cada una de las presentaciones de un sinnúmero de contratos locales y foráneos.
Cuando me aparecí al ensayo, aquella tarde de abril, recuerdo, Chiquis y Gabriel me recibieron con una sonrisa y afecto que no se pueden olvidar, porque así lo sentí, que ese gesto de ambos fue de aceptación para integrarme al grupo.
Viene a mi memoria que la primera que ensayé fue «Nunca más podré olvidarte» y le siguió «Embrujo». Ambas sonaban como grandes éxitos en la radio, en las rokolas y en las consolas de las casas.
De aquella experiencia recuerdo que mi primer «hueso» fue en las fiestas en honor a San Pedro, allí en el barrio nuevo, ubicado al poniente del centro de la ciudad. Fueron Chiquis y Gaby, quienes me animaron, impulsaron y apoyaron, para que fuera al centro a cantar, porque estaba la KZ a control remoto con el amigo Pedro Serna.
Años después volvimos a encontrarnos, cuando el tecladista Rogelio García, dejó al grupo por cuestiones especiales y el Chiquis se tuvo que aplicar en el órgano realizando también los arreglos a las melodías que estaban en proceso de grabación.
Una vez más nos encontramos en el andar musical, cuando la separación de los Socios ROYANG’S fue inminente y era urgente un par de ejecutantes del saxofón. Así fue como se sumaron al proyecto de los Súper ROYANG’S, los maestros Felipe ortiz y Eugenio Valdivieso, y se quedaron en el grupo por muchos años, aportando cada uno sus conocimientos, tales como: Felipe Ortiz en la dirección y arreglos y Eugenio Valdivieso, dando su talento en los arreglos, que siempre identificaron a los Socios, Super, tres generaciones y Mentados ROYANG’S.
Eugenio Valdivieso, «Chiquis», siempre fue una voz de aliento para todos los que compartimos escenario con el. Y claro, sus recomendaciones fueron serias, claras, enérgicas, sustantivas y de mucho valor, que fortalecieron siempre, en mi, el difícil pero maravilloso mundo de la música.
No, no se trata de un reconocimiento después de, no, es algo que en su momento lo recordamos en pláticas amenas en las que siempre me repitió y sonrió, al decirme de esa etapa en la San Juan, cuando prácticamente me empujó al frente, para dejar a un lado el temor que tenía por mi inexperiencia.
Ahora lo recuerdo, aún y cuando es difícil hablar con tristeza o escribir con letras negras, que el amigo Eugenio Valdivieso, «El Chiquis», ha dado un paso adelante para encontrarse con Yave, después de haber dejado una onda huella, de puño y letra, en las partituras de la historia musical de Tehuantepec y la región.
Descanse en paz el amigo «Chiquis», Eugenio Valdivieso Marín.
Sean felices, que no cuesta ni duele.