Por Juan Marcelino
Yo he entendido que en las democracias se gana o se pierde, sin embargo cuando se apuesta bien, con elementos valiosos, propuestas reales vinculados a la sociedad, hombres y mujeres que conocen no solo el lenguaje de los suyos, sino que, además, conocen las exigencias inmediatas de la gente, los resultados son contundentes, el camino inmediato es la victoria. Así es cuando se escoge bien y se escoge a tiempo.
Eso es lo que he aprendido y lo que estoy viviendo, al interior de una organización fuerte, con una extraordinaria visión para apostar a la democracia, pero ante todo, para entender los tiempos y para atender a tiempo los reclamos sociales, aquellos que llevan años sin poder quedar resueltos. Eso ha definido mi organización: FUCO y a mi dirigente Antónimo Morales Toledo, para estar a la vanguardia de los tiempos y de las luchas sociales.
Por ello mismo celebro la oportunidad de elegir mi camino, y elegir de qué lado permanecer.
Durante este tiempo, y más recientemente he observado como se fortalece el movimiento social encabezado por FUCO y su dirigente, un líder que avanza en la medida en que avanza la capacidad de los pueblos de esta región oaxaqueña, para asimilar la idea de que, aquello que ya es obsoleto hay que darle la espalda para admitir el advenimiento de nuevas formas de lucha y participación activa para ir consolidando la 4ta. Transformación, que acabe con los viejos moldes de aquellos liderazgos que ya no son confiables.
Con Antonino Morales hacemos historia el día de hoy, porque en el quehacer diario del servicio a la gente, aprendemos a valorar la voz de los marginados para cambiar los escenarios, para ayudar a quienes más lo necesitan, como lo exige nuestro presidente, el licenciado Andrés Manuel López Obrador: primero los pobres.
Por eso en estas elecciones que apenas superamos con una amplia participación ciudadana, FUCO y su dirigente reconocieron que están en el camino correcto, con la gente útil y necesaria para construir un nuevo futuro para los pueblos del Istmo, una lucha popular apoyada por muchos.
Ganamos, me incluyo en ello, y dimos un gran paso. Antónimo Morales y toda la fuerza de FUCO, apostamos en favor de los elementos más valiosos, de la gente preparada, sensible y capaz, y la sociedad nos respondió.
Con todos ellos, algunos bajo las siglas de otro partido político, tras deliberar las decisiones tomadas en Morena, pero ganamos, el pueblo le dió a FUCO la Victoria e hizo posible el sueño de una democracia plena.
Vamos a continuar bajo está visión y estoy seguro que cada día FUCO será más fuerte, en la medida en que nuestros pueblos reciban los cambios que estamos dispuestos a provocar.
Ahora toca a qué ¡Juntos rescatemos Oaxaca!