domingo, noviembre 24, 2024

Cartas en el asunto – Tiene espinas el pescado

Por Juan José Cartas Antonio

Su delicioso sabor propicio que se convirtiera en una especie en extinción, dentro de los cardúmenes de peces, que en los pueblos de la región abundaban. Quienes lo ha consumido y agregado a sus alimentos de consumo, saben del placer de saborearlo sin importar el trabajo de separar la gran cantidad de espinas, que resulta una particularidad de este manjar.

Lo cierto es que su sabor es inigualable y cautivador. De allí que los pescadores ribereños lo buscan en las aguas del océano, en las lagunas y van hasta donde desemboca el agua de los ríos.

Cuando la suerte favorece a los hombres rudos, regresan con sus lanchas, canoas o cayucos, rebosantes de pescados, atrapados con sus trasmayos o tarraya.

De allí que al llegar a los lugares de expendio las personas se aglomeran para llevarse una pieza fresca a casa y prepararla al gusto, con el delicioso sabor casero.

En Guisii, exactamente en el mercadito del barrio Santa María, está la señora Leticia Zuñiga de la Rosa, quien al igual que su abuela y madre, han dedicado su vida a la venta de mariscos.

Desde muy temprana hora manda el anuncio al «palo que habla», propiedad de Juan Valdivieso, para dar a conocer que ya están en venta los cocineros, popoyotes, curbinas, guachinangos, camarón con y sin cabeza y el muy buscado sabalote, lleno de espinas pero delicioso.

Ella tiene una excelente particularidad, porque si usted se lo pide, prepara la pieza que guste y la pone asar en la parrilla, en la que el carbón o la leña, ya se encuentra al rojo vivo.

Lo cierto es que el exquisito sabor del pescado asado en las brazas, unas guetas de mano y un buen champurrado, le van a propiciar a usted y su familia un cumulo de felicidad.

Esto sucede cuando es la temporada de pesca, todas las mañanas, en el mercadito del barrio Santa María de Tehuantepec.

MÁS NOTICIAS
Comentarios

Más Recientes