Por Juan José Cartas Antonio
A quienes se nos dio la oportunidad de vivir el momento de aquel programa de radio «Analicemos un tema», que dirigió por mucho tiempo el maestro César Rojas Petriz, a través de las ondas hertzianas de amplitud modulada de lo que fue la XEKZ, sabemos que fue el espacio donde se planteó la necesidad de la creación de una escuela de música en Tehuantepec.
El tiempo lo ameritaba porque las bandas de música tradicional, las marimbas, orquestas y grupos musicales se estaban haciendo «viejos». Desde luego que habían algunos muchachos que aparecían en el escenario, los que, casi todos, eran hijos o nietos de los representantes, directores o dueños de las organizaciones musicales.
La propuesta atrajo la atención del doctor Martín Vásquez Villanueba, quien, a los pocos días de asumir la responsabilidad del gobierno municipal, se dio a la tarea de poder contratar alguno de los maestros filarmónicos de la población. La convocatoria no fue atrayente para los invitados, y así dar inicio con el proyecto que ya estaba despertando el interés de los padres de familia.
Así fue como el gobierno municipal optó por la contratación de un maestro musical que ya tuviera tablas en este menester de la enseñanza a niños, niñas y jóvenes de diversas edades. Cómo lograr la titánica búsqueda de un maestro entre tantas comunidades en las que, al igual que en Tehuantepec, existen muchos maestros de buena enseñanza.
Pronto se logró el objetivo cuando el doctor Martín comunicó la necesidad al maestro y compositor Narciso Lico Carrillo, de poder contratar a un buen maestro con capacidad de enseñanza y el conocimiento para dar forma y cristalizar una buena banda de música de niños, niñas, muchachas y muchachos.
Así fue como un día 17 de marzo del año 2003 se fundó la escuela de música «Ndre Saa», naciendo también la banda de música infantil y juvenil «Guisii». Recibiendo como primera generación a 100 aspirantes entre mujeres y hombres. En aquel tiempo fungía como director de Casa de Cultura el profesor Mario Mecott Francisco, quien se unió a la convocatoria que hizo a través de todos los medios al alcance.
La responsabilidad de formar y dirigir el proyecto de la escuela y banda recayó en el maestro Manuel Hernández Jiménez, originario de San Andrés Yatuni, comunidad perteneciente al municipio de Ixtlan de Juárez, Oaxaca, quien resultaba para todos un completo desconocido y a quienes no pareció capaz de lograr cristalizar el proyecto.
El maestro fue egresado en 1961 del Instituto Nacional de Bellas Artes de Oaxaca. En 1963 realizó estudios de Instrumentación y Dirección Grupal en el Instituto de Bellas Artes en el D.F. Se desempeñó como maestro en la Escuela Normal Rural en el estado de Zacatecas. Impartió clases en la Escuela Normal Experimental del estado de Puebla.
Antes de formar la banda Guisii en Tehuantepec, formó las bandas de música en la población de Santa María Yolotepec y en el municipio de San Pedro Juchatengo. La banda infantil y juvenil Guisii se enmarcó en el propósito de rescatar, preservar y difundir la cultura musical de Tehuantepec, con esta gran camada de niños y jóvenes, hombres y mujeres.
La escuela inició en el edificio que ocupó por mucho tiempo, la Escuela Secundaria Nocturna para Trabajadores, lugar que facilitaron los señores principales del barrio Santa María. El maestro Manuel no sólo transmitió y heredó sus conocimientos a sus alumnos y alumnas, sino también los llevó a presentaciones en diversos estados y ciudades de la república Mexicana.
Es de resaltar que en el año 2015 formó parte de la Asociación de Compositores, Maestros y Músicos Oaxaqueños, COMMO por sus siglas, lo que le dio la oportunidad de formar con ellos la Banda Infantil y Juvenil del Estado de Oaxaca, BIJEO por sus siglas.
La escuela cambió en varias ocasiones de sede, de Santa María pasó al barrio de San Sebastián, donde lamentablemente se impuso la insensibilidad del xhuana en turno y lo corrieron, luego estuvo un año en el barrio Jalisco y los últimos años con lo que fue su última generación se situó en el domicilio de la familia González Juárez.
Es de resaltar el hecho de que el apoyo que recibía de la autoridad municipal se terminó al concluir el trienio de la licenciada Yesenia Nolasco, toda vez que cuando acudió a la oficina de la presidente de la siguiente administración, la respuesta fue un rotundo NO al apoyo que recibía.
Fueron 8 las generaciones formadas por el maestro Manuel, egresados que han enriquecido a las organizaciones musicales no sólo de Tehuantepec, sino también de muchos pueblos circunvecinos. Aquella vejez que detectamos antes de, hoy tiene una gran fortaleza musical.
Y mire usted, solo por mencionar a dos niños, que se convirtieron en jóvenes y a la vez, en grandes maestros de la música: Edson Chicatti Guzmán y Erick Sachiñas de la Paz. El primero de nuestra ciudad y el segundo de la villa de San Blas Atempa.
Descanse en paz el gran maestro Manuel Hernández Jiménez.