Cartas en el asunto – Tehuantepec, ombligo de la nación zapoteca

Por Juan José Cartas Antonio

Estamos a dos días para el inicio de las actividades que muestran la mezcla de las culturas zapoteca y española, en tiempos remotos.

Significa el hecho irrefutable, en el que se puede encontrar el interés obsesivo y la orden de sometimiento que tenían en mente los españoles, para aniquilar la idolatría, la que, según la creencia de los “conquistadores”, era el paso fundamental para lograr la “conquista” total de los indígenas.

Así pues el Miércoles de Ceniza, es inicio de la cuaresma y de rituales que nos dan la oportunidad de tocar el pasado maravilloso, que en Guisii se mantiene vivo a través de los señores xhuanas y esposas las xhela xhuanas, quienes con el encargo que se les confiere, para asumir la representación, exaltan la figura de los sacerdotes de Mitla, que acompañaron a Cosijoeza en su conquista y establecimiento, en esta pródiga tierra de la nación zapoteca.

En miercoles de ceniza, día en el que se traza con el polvo la frente de los catolicos, como un ritual que pertenece a la cultura española (ceniza que es resultado de la quema del el ropaje, los bultos de los santos y virgenes en mal estado y de la palma del año anterior), pero tambien es inicio de los actos que se practican basados en la herencia de los binigulazas, quienes guardan celosamente nuestro tesoro cultural y transmiten una y otra vez, a traves de la tradicion oral.

Así que en esta semana en la que concluye febrero e inicia marzo, tendremos las celebraciones de Miércoles de ceniza y primer viernes de Cuaresma en el barrio de Guichivere, asentamiento humano que se ubica hacia el oriente del primer cuadro de la ciudad. Allí, todo está en manos de las mujeres del barrio, de las mayordomas de todos los barrios y de las hermanas del barrio de San Gerónimo. 

Mujeres tehuanas que se distinguen por su disposición para deshojar las mazorcas, freír los pescados, preparar el chocolate y los tamalitos. Llevan a cabo, también, la matanza de las iguanas que son parte esencial en la preparación de los tamales, reptiles que son parte de la cooperación que llevan a efecto en monedas y especie en apoyo de los señores principales. 

Hay que ponderar que estas actividades son clara muestra de lo tuyo, lo mío y lo nuestro, que se resiste a morir, y se mantienen a través de los señores principales, de todos los barrios de Guisii. La actividad es un latido persistente, que da la oportunidad a las nuevas generaciones de saber que son parte de la nación zapoteca, que tiene su ombligo en Guisii.

Es Miércoles de Ceniza y primer viernes de Cuaresma en Guichivere, pero también hay primer viernes en el barrio de Santa María, asentamiento humano en el que, no conocemos el por qué se realizan las ceremonias en los tres primeros viernes de la cuaresma; hay que resaltar que este barrio tiene la iglesia más grande del pueblo, construida, señala la voz popular, sobre vestigios arqueológicos. No podemos dejar pasar la oportunidad de señalar que en la celebración de los viernes de Cuaresma de los “barrios del centro” y los “barrios del sur poniente ” se dan algunos detalles como: mientras en los del centro los realizan los principales, se fríen los pescados, se deshojan las mazorcas y se bebe alcohol, en los del otro lado del puente: lo realizan mayordomos, se pelan las calabacitas, se fríen los pescados y se sirven jarras de agua.

Durante la celebración de los viernes de Cuaresma, en lo que fue un día la villa de Guadalcázar, en todos los barrios, solo se escucha música de banda en el exterior como: boleros, danzones, pasacalles, sones, entre otros. En el interior de la iglesia se escucha música de cantor, que interpretan minuetos y marchas fúnebres; música que en la mayoría de los casos fue escrita por maestros de San Blas y Tehuantepec, notas musicales que hacen vibrar y nos llevan hasta la medianoche, cuando llega el momento de incensar, momento en el que se interpreta el Miserere, instantes que hacen presentir el llamado inframundo, para después concluir con las sublimes notas de nuestra Sandunga.

Esta celebración nos hace vivir, también, lo que se conoce como “quebrada de huevos”, que tiene el propósito de distracción para los niños y jóvenes, misma que hoy en la actualidad se ha desvirtuado, pues se ha olvidado llenar los cascarones de huevo con confeti, harina o agua perfumada, utilizando blanquillos de gallina con su clara y yema.

Durante el viernes de Cuaresma en Guichivere y Santa María, es momento, también, de saborear en el exterior de sus iglesias los más ricos dulces tradicionales: tortita de coco, gaznate, casquito, caca de caballo, mamón, limón con coco, muéganos, budín, empanaditas de piña y mermelada, lechecilla, pastel casero, nanche y ciruela en curado… y un sinnúmero de delicias de lo nuestro.

Sigue la huella del Jaguar. 

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