Fallece el músico Crisóforo Martínez Calderón

Por Juan Cartas

Son muchos los ayeres en donde los años han acumulado caudales de maravillosos momentos ahogados en felicidad, que cubiertos de risa, colores y música, compartimos ante el beneplácito de Yahve, que nos guió por los infinitos caminos en los que encontramos rostros pintados de alegría y de dolor, de quienes nos colocaron en un escenario para ofrecer pinceladas de música al público que nos premió con caudales de aplausos.

Aun te veo amigo Crisóforo Martínez Calderón, con tu estuche, en donde se guarda uno de tus grandes tesoros terrenales, tu amigo y compañero clarinete, instrumento con el que desafiaste al clima, el desvelo y al cansancio saliendo siempre victorioso, desde tu salida de tu amado pueblo de origen.

Con ese instrumento, en el que hoy su color negro vive el luto de la falta de tu aliento, apareciste junto a tus compañeros en diversos escenarios llevando y dejando siempre en alto la inigualable másica de los maestros tehuantepecanos. Recorriste pueblos y estados distantes disfrutando el reconocimiento de quienes son enterados de las raíces de Tehuantepec, ancestral ciudad que te abrió las puertas certificando tu adopción, cuando fuiste nombrado con tu dama de siempre principales de llave del barrio de San Jerónimo. 

Viajamos, porque Yahve me dio la oportunidad, compartiendo asiento en el transporte y te escuché responder a mis preguntas, llenándome de tu difícil pero maravillosa historia de vida en la música. Nuestra última plática, que fue en Álvaro Obregón, me sorprendió vuestra memoria y la similitud de la lucha que los otros veteranos en el arte de la música enfrentaron antes y después de partir de las comunidades en donde quedaron sus raíces.

Amigo Crisóforo, lamentamos tu partida ahora y siempre, y es que tus memorias, tu carácter, tu sencillez, anécdotas y tu buen corazón, estarán presentes en cada presentación de la internacional Banda Regional Princesa Donaxhi, porque a partir de ahora, aunque la pandemia nos rompió algunos eslabones de vida, hay un vacío que encontraremos cuando se tenga que escuchar el dulce sonido de tu compañero clarinete, al ser acariciadas sus llaves por tus manos con las que le arrancaste siempre el sentimiento de la música nuestra.

Descansa en paz, amigo mío, descansa en paz Crisóforo Martínez Calderón. Que las notas de la música sublime te acompañe para encontrarte con tu dama de toda la vida. 

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