Por Juan Cartas
Gracias a la sobrepoblación y al crecimiento desordenado en la ciudad, cosa que sucede en prácticamente todas las comunidades, los problemas sociales se han multiplicado por la falta de atención de las autoridades correspondientes.
Y es que no solo es darle de «garrotazos» a presidentes o presidentas por la falta de atención a los asentamientos humanos que crecen sin que sea aplicado el llamado «bando de policía», que bien se creó para estos y otros menesteres que están fuera de control, sin que alguien ponga orden.
En Tehuantepec, al parecer existen muchos funcionarios que no cumplen con el encargo, hay que decir que existen excepciones, a los que el asesor solo les enseña el camino que lleva a la tesorería o al banco donde reciben sus dietas, porque, la verdad, son muchos los problemas en la comuna, donde se nota la ausencia o ineficaz atención a casos que la ciudadanía reclama.
Mire usted, en el centro de la ciudad el problema de tránsito es un verdadero desastre al que se aplica una total indiferencia de parte del responsable. Y es que al parecer la aplicación de términos como: sálvese el qué pueda, háganle como quieran, pónganse en doble fila, de la vuelta como se le antoje, insulte al que se le ponga y hasta levantar pasaje o mercancía sin respetar a los demás, es el pan de cada día.
Así que la recomendación es que si usted va al centro mejor tome taxi, porque a ellos, no todos, les vale un diente de ajo pararse donde se les antoja, subir y bajar pasaje en lugares «prohibidos», dar la vuelta en «u», «v», «w» y hasta en «x», recordarle todo el mes de mayo a quien se les atraviesa y si tiene un choque, llamar a sus «amigos», aunque tenga la culpa, y usted sin problema alguno.
O mire usted, si es de los que les gusta hacer ejercicio, pues camine, hasta cruzar el cientos de veces tomado puente de fierro y de paso se da el gusto de admirar uno de los más grandes atractivos turísticos con los que cuenta nuestra ciudad, la extraña y caudalosa «laguna azul».
Ojalá pronto nos enteremos a qué dependencia le toca la limpieza de la laguna y conocer lo que le aplican para mantener el ese «maravilloso» color azul.
Siga la huella del Jaguar.