domingo, noviembre 24, 2024

Cartas en el asunto – Se detuvo el fandango

Por Juan José Cartas Antonio

Detrás del escenario y metidos en sus estuches, los instrumentos musicales han dejado de ejecutarse por la ausencia de los días festivos de nuestros pueblos.

La pesadilla que ahora estamos viviendo creó un ambiente de tristeza y desolación, pues los grandes bailongos, los espectaculares festejos y las bullangueras fiestas de nuestros barrios, aún y con contratos firmados, están en espera del fin de esta tristeza.

Los señores xhuanas y mayordomos de los barrios de la comunidad, han registrado en sus cuadernos de «cuotas» un desequilibrio generado por la NO realización de sus promesas ofrecidas a sus vírgenes o santos de su localidad.

La convivencia entre los paisanos y paisanas, que son parte de nuestra identidad cultural, forman parte de un olvido obligado por esta realidad que vivimos desde el mes de marzo del año pasado.

Los impresionantes stand y las majestuosas enrramadas dejaron de instalarse y, con ello, el colorido de los adornos, el aroma de las plantas de plátano y sauce, lo maravilloso de nuestras mujeres ataviadas con su traje de tehuana y el sonido de las notas musicales de nuestra mágica música, han dejado de ser parte de nuestras vidas.

Todo es un mar de lamentaciones en los que la brújula se mueve sin ton ni son, ante los embates de esta cruel marejada que nos tiene cautivos en un infinito remolino que no deja ordenar ni los pensamientos.

Este silencio abrumador y la pausa interminable de los festejos ha propiciado que nuestros compañeros filarmónicos, popularmente conocidos como músicos, hayan dejado de ofrecer en el escenario sus presentaciones, lo que ha causado un profundo desequilibrio en el pan de cada día de sus hogares, sobre todo, en aquellos que viven, inspirados y entregados a la MÚSICA.

Pero la pesadilla no pudo con el amor que se tiene a SANTA CECILIA, patrona de todos los MÚSICOS, y nuestro gremio Sección 197 de la música en Tehuantepec, llevó a cabo el novenario y la homilía del día 22 de noviembre, como una ofrenda y petición, para que ella, a través de su divinidad, interceda ante nuestro DIOS, que todo lo puede, y así, dar alivio a nuestra falta de trabajo y devuelva la alegría en los rostros de todos y cada uno de los humanos, para que sus corazones se hinchen de felicidad con las notas musicales que le arrancan los músicos a cada uno de sus instrumentos.

¡Viva Santa Cecilia, patrona de los filarmonicos!

MÁS NOTICIAS
Comentarios

Más Recientes